Teniendo en cuenta las múltiples reflexiones, me entrego, por un sin sentido, a la fragilidad de los eventos de los que puedo llegar a ser victima, sabiendo que en ellos se me puede extraviar la razón, cosa que por cierto no tengo la certeza de ser dueño, así como por el universo, se supone, correr es un infructífero cometido, el corredor por el cual pretendo errar carece de final, indefinidas puertas abriré y más de alguna ventana recibirá piedra de mi mano.