
24/7/09
Briden
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Se tornaba doloroso ver la tiesa figura de Briden, de manera espeluznante tomaba su copa y la alzaba en dirección a los rastros de humo que escupían las llamas que rodeaban su cuarto, la temperatura aumentaba, el fuego era lento, así como si estuvieran en contra de su naturaleza devastadora, el escenario era estremecedor. La silla era de madera y oro, sumamente reconfortante, la mesa sin ningún relieve que la distinguiera, se emplaza frente a el y su copa, copa que tenía un vino casi sangriento, casi maldito, cada vez que el humo hacia torbellinos a su alrededor este demoniaco licor absorbía las negras nubes. Briden en el ápice máximo de su placer, disfrutaba el nirvana al que se expuso, sabía sin dudas que moriría, pero que más da, la muerte llegaría fuerte, sin piedad, su condena era perpetua e insoslayable, la debilidad inherente al humano se había aferrado despiadadamente de aquel montículo de maltrechos huesos. La vida fluyente en su ser, sentía la tristeza de no ser cómplice de Briden. Las llamas brotaban imparables, cronometradas para aumentar paulatinamente, para así alargar la velada. Aquel ensalzado trono en el cual se desvanecía había sido hurtado por su mano silenciosa y sombría, la muerte envuelve más misterios de los que pensó esto le daba un cierto aire fantasmal, el eclipsado sitio contenía los objetos que le conmemoraban su vida, la mesa escueta, era símbolo de su vana existencia, de su inconveniente nacimiento, la silla era magnifica, hermosa aun sublime, todo lo que no logro alcanzar eso era su silla. Alzaba su copa al mortífero humo que lo rodeaba, agitándola, para así dejar caer algunas gotas sobre la superficie de la mesa, corroer la superficie era su intención, ver la ebullición que provocaba el contacto del líquido. La copa contenía un acido nocivo muy volátil, ese era el trago favorito de la muerte, cómo podría dejar de servirlo a su invitado. Sus ojos jugaban al son del ardor incandescente de las llamas, en busca de un placer mayor de una sensación sobre humana, siempre supo que la muerte era parte de su existencia pero nunca imagino que llegaría ha añorarla con tal desenfreno, de ese modo paso el tiempo y Briden recorrió los pasillos de cada rincón de su mente incluso esos inexplorados donde suele habitar la felicidad, continuo disfrutando el festín que había preparado para la Muerte cuando su emoción sobre cogió su corazón expiro. En ese momento la Muerte se hizo presente, quedo impactada ante tal recibimiento, nunca jamás, se había sentido más amada que en esa oportunidad.

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I Love Briden :B
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