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Me parece un tanto incierto el destino que propino la vida a este par de enamorados, tal vez fue su excesiva pasión, quién sabe.
Lo cierto es que entre ellos existía un extraño magnetismo, como si un alma estuviese en dos cuerpos, como si cada extremo corriera desesperado para volver a la unidad, y no es tan solo en el pensamiento esta enajenada necesidad, sino que sus cuerpos corrían la misma suerte. Estamos hablando de magnitudes incomprensibles para los humanos comunes.
La ausencia del otro provocaba una insana sensación de desvanecimiento en el cuerpo, desde el pecho se desprendía un trozo de sí, esto provocaba una perdida de energía horrible casi hasta el desmayo, la situación se tornaba peligrosa cuando la distancia era prolongada, como si un engranaje del universo saliera perdido sin sentido, entonces el desastre era colectivo, pero todo esto sucedía dentro de un hombre.
Los pensamientos eran corrompidos sin la más minima sutileza, la imagen del otro se incrustaba en el centro, justo ahí donde toda idea comienza, fluido carmín rodeaba la presencia imaginaría.
El remedio era suplicarle al sol que cruzará el cielo más rápidamente, gritarle que no debía tardar en aparecer una vez más, entonces así se unían como en la más oculta de las confabulaciones, hacían desaparecer el aire, la tierra, la raza humana por completo, y estaban ahí los dos, entre la nada y el todo.
Justo en medio de lo real y lo imaginario, ocurrió.
En el último de sus encuentros, fue donde la desequilibrada necesidad del nexo hizo estragos, el torbellino que los envolvía les quemaba la piel, la asfixia era tal que no dejaba espacio para la respiración, aire que no necesitaban, estaban los dos qué más hacía falta. Los cuerpos en una sola amalgama de delirio se entrelazaban sin dejar lugar al descanso, rompían con el tiempo y las leyes de la física, ya no tenían ojos veían con el alma, con el cuerpo, con los labios, tal vez tardaron una eternidad, pero sus cuerpos se consumieron, se desgarraron, se frotaron hasta no dejar rastro de alguno de ellos, como el mejor de los crímenes de la historia, ni una huella de su existencia, se unieron en tal forma que dejaron el simple ser y se distorsionaron hasta la sublime existencia, esa incorpórea, que permanece en la gloría eternamente.
El Mejor de los crímenes de la historia, algo así quisiera cometer aveces. ♥
ResponderEliminarAveces no es necesario nada, para que este todo
ResponderEliminardonde nadie ve nada, uno ve cosasa maravillosa.
me hiciste meditar un tanto algunas situaciones y maldita sea creo ultimamente sentirme así
Besos! queridisimo
bye! onch.-
ya no tenían ojos veían con el alma, con el cuerpo, con los labios,( me encanto esa parte)
El cuerpo es una cárcel para el alma, decía Platón. Lo gracioso es que nos sentimos orgullosos de tener mentes lógicas, pero estamos seguros que se siente con el alma y no con el cuerpo. El dasein es cada vez más subjetivo xD
ResponderEliminarTe Extraño Feo :( achú.
Oye, aparecete un ratito y caminamos así como sin rumbo por ahí? (:
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